Cuando estamos a cargo de una persona dependiente que está encamada, el cambio de postura es uno de los principales factores a vigilar. Es muy probable que la persona dependiente no pueda valerse por sí misma y deba permanecer largos períodos de tiempo en la cama, necesitando cuidados personalizados para poder mejorar su calidad de vida.
En este tipo de casos, la importancia de los cambios posturales en pacientes encamados es de vital importancia, ya que además de ayudar al bienestar personal también evitan la aparición de úlceras por presión.
¿Una persona dependiente encamada está a tu cargo? Desde Clínica Humana te explicamos por qué debes ayudarla a cambiar de postura con frecuencia.
Beneficios de los cambios posturales en pacientes encamados
Ayudan al bienestar y evitan lesiones y úlceras
Uno de los principales motivos por los que los cambios posturales son muy importantes para pacientes encamados es que gracias a estos podemos evitar las úlceras de decúbito o úlceras por presión en gran medida.
Este tipo de lesiones aparecen cuándo la piel y el tejido inferior soportan una presión prolongada, por lo general, del propio peso del cuerpo contra las sábanas y el colchón de la cama. Estas úlceras no aparecen de manera repentina, sino que se manifiestan en la piel con el transcurso de horas o días (dependiendo de la piel de cada persona).
No es difícil darse cuenta de los síntomas de aparición de estas úlceras. Para personas dependientes que están encamadas, debemos fijarnos en cambios inusuales. Sobre todo en el color y textura de la piel, hinchazón, áreas calientes y sensibles o drenajes de pus.
Las úlceras posturales pasan por distintas fases, por lo que si somos precavidos y revisamos la piel con cada cambio postural de la persona encamada, podemos detectarlas en una fase leve y actuar cuanto antes.
Revisar la piel a diario es la mejor forma de evitar las úlceras
Otro de los beneficios por los que es importante hacer cambios posturales en pacientes encamados es fortalecer los músculos. Gracias a estas maniobras de movimiento, podemos minimizar los perjuicios derivados de una inmovilidad mantenida en el tiempo.
De la misma manera que la rehabilitación nos ayuda a las personas a recuperar y fortalecer nuestros músculos, huesos y articulaciones, cuando hablamos de un paciente encamado los movimientos y cambios posturales son, en gran parte, como un ejercicio de rehabilitación.
No solo estamos ayudando a que la persona esté mucho más cómoda y se sienta mejor, si no que al realizar movimientos guiados, con nuestra ayuda el paciente estará activando su cuerpo. De esta manera, se combate el déficit en la fuerza muscular y se pone a funcionar la circulación sanguínea.
Los cambios posturales facilitan la higiene
Otro punto de vital importancia dentro del cuidado de una persona encamada es la higiene. Es fundamental que se utilicen los cambios posturales para inspeccionar, hidratar y dar una buena higiene a la piel.
Gracias a los movimientos y a los cambios posturales, se pueden asear zonas corporales en casos donde la movilidad sea tan reducida que no se puede llevar al paciente a la ducha o bañera. Utilizando agua tibia además de limpiar e hidratar la piel, también podremos aprovechar para fijarnos en todas las zonas y descartar posibles úlceras.
Alteraciones más frecuentes de un paciente encamado (hecho – ampliar sistemas)
Asimismo, un paciente encamado al tener la movilidad reducida puede padecer varias alteraciones en los diferentes aparatos y sistemas:
- Sistema Nervioso: Posibilidad de padecer deprivación sensorial, un mayor deterioro cognitivo, falta de motivación, trastornos de atención y alteraciones del equilibrio y coordinación.
- Sistema Respiratorio: Encontramos disminución en la capacidad vital, aumento en la producción de moco y menor reflejo tusígeno.
- Sistema Cardiovascular: Encontraremos hipotensión ortostática, disminución de la tolerancia al ejercicio, trombosis y tromboembolismos.
- Sistema Musculoesquelético: Aparecerá debilidad muscular, atrofia por desuso y una mayor tendencia a lesiones como fracturas.
Estas son solo algunas de las alteraciones más frecuentes en un paciente encamado y que gracias a los cambios posturales podemos evitar en menor o mayor medida. Con los movimientos constantes a lo largo del día, podemos evitar muchos problemas en el futuro de la persona encamada.
¿Cuáles son las posturas en el cambio postural de un paciente encamado?
Cambios posturales en personas dependientes
Todos cambiamos de posición constantemente para así conseguir la comodidad. Pero no todas las personas tienen esa facilidad y autonomía para realizar el cambio de postura por sí mismos. Por ello, aquí es donde nuestros profesionales cobran una gran importancia ya que son imprescindibles al conocer al detalle el procedimiento a seguir a la hora de realizar cambios posturales de nuestros pacientes.
Todas las posturas deben cumplir los siguientes requisitos:
- No presionar ningún nervio ya que puede causar pérdida motora o sensitiva.
- No obstaculizar la circulación (los elementos de sujeción no deben estar apretados) ni la respiración (no constreñir cuello y tórax).
- Mantener la máxima accesibilidad a la superficie de actuación.
- Evitar la presión sobre la piel (intentar aplicar el mínimo contacto).
Posición lateral
La posición lateral consiste en acomodar al paciente de lado con una almohada debajo del cuello, de esta forma alineamos el tronco y la cabeza. El tronco y el brazo que vaya a quedar debajo deben mantenerse separados, para evitar que el peso del tronco caiga sobre éste. Por otro lado, para evitar presión sobre la zona del pecho, debemos mantener flexionado el brazo que quede encima, debemos mantener flexionado el brazo del paciente reposando sobre una almohada. A su vez, recomendamos situar una almohada en la espalda para que el tronco no caiga hacia atrás y otra entre ambas piernas, flexionando ligeramente la pierna superior. De esta manera evitaremos que se rocen.
Posición dorsal
Colocaremos a la persona boca arriba, acomodando una almohada debajo de la cabeza para que ésta quede apoyada pero sin flexionar su cuello y otra debajo de las pantorrillas para que el peso de las piernas esté distribuido y las rodillas flexionadas. Para evitar demasiada extensión de los pies, podemos situar otra almohada como bloqueo al final de la cama.
Posición Fowler o semi-sentado
Para llevar a cabo esta posición, acostaremos al paciente en la cama de forma que quede semi-sentado, con la zona de las rodillas flexionadas, ayudándonos de una almohada debajo de éstas. Debemos tener en cuenta que la cabeza debe estar elevada entre unos 40 y 60 centímetros, para eso colocaremos otra almohada para el cuello, creando un ángulo para conseguir la máxima comodidad de la persona.
Con esta posición mejoramos la respiración y la comodidad del paciente ya que relajamos la tensión de los músculos abdominales del paciente. Es por ello que la posición Fowler es ideal en momentos de dar de comer al paciente, entre otras actividades. Hay dos versiones de la posición Fowler:
-Fowler baja (también llamada semi-Fowler), con una elevación de la cabeza entre 20 y 40 centímetros y una inclinación de entre 30 y 45 grados.
-Fowler elevada (también llamada alta), con una inclinación de entre 80 y 90 grados.
Posición ventral
En esta posición el eje del cuerpo quedará paralelo al suelo. Procederemos a tender al paciente sobre su pecho y abdomen, con su cabeza girada hacia uno de los dos lados y los brazos pegados al cuerpo con las palmas de las manos mirando al techo y con las piernas estiradas. Colocaremos una almohada o protección bajo la cabeza y el abdomen, quedando ésta debajo del diafragma. También colocaremos una almohada bajo la tripa para evitar dolores de espalda y bajo los tobillos para que éstos queden en ángulo recto. Debemos poner protección en los pies para evitar roces (pueden ser gasas o de algodón).
Esta posición es adecuada para curas de espalda y glúteos y/o para personas encamadas intervenidas de columna o de cualquier parte posterior del cuerpo.
Posición de seguridad o recuperación (también llamada semiprona)
Tumbaremos al encamado sobre su costado, con su cabeza de lado. Ambas piernas deben estar flexionadas (la inferior menos que la superior) así como el brazo superior, el otro brazo detrás. Acomodaremos una almohada debajo del brazo superior y la pierna superior, permaneciendo ambas extremidades flexionadas, así como otra almohada debajo de la cabeza. Se recomienda hacer uso de esta posición para realizar curas, administrar enemas. También se hace uso de ella para eliminar secreciones con más facilidad o para evitar obstruir de la vía respiratoria.n
Errores que debes evitar en el momento de realizar un cambio postural al paciente
Siguiendo las siguientes recomendaciones hacemos lo posible por proteger al paciente de posibles complicaciones derivadas de su inmovilidad y por tanto evitar así algunos errores habituales:
- Involucrarnos en conocer las complicaciones que puede acarrear la inmovilización de un enfermo encamado para así evitarlas.
- Conocer y atender las necesidades del paciente encamado derivadas de la enfermedad o accidente.
- Procurar llevar una dieta equilibrada, además de beber un litro y medio de agua diaria. Seguir una buena alimentación e hidratación es básico en estos casos.
- Animar al paciente a realizar ejercicios físicos activos y /o pasivos a diario, según las posibilidades de cada uno para que de esta manera consiga el mayor nivel de autonomía posible.
- Mejorar la respiración es necesario, por tanto, ayudaremos en la realización de ejercicios respiratorios para que también se puedan mover las secreciones si las hubiese.
- Recordar y asistir al paciente en cambios posturales cada dos o tres horas para evitar así pasar largos periodos con la misma postura.
- Cuando llegue la noche y por tanto el sueño, ayudar al paciente a buscar una postura lo más cómoda posible y evitar así que pueda despertarse..
- El alineamiento corporal es necesario, por tanto deberemos repartir el peso del paciente por igual evitando dolores musculares fruto de las posibles contracciones.
- Una buena idea para aliviar la presión y con ello evitar lesiones, puede ser el uso de colchones de aire alternante u otras herramientas ergonómicas para los pacientes. Debemos matizar que el látex no aliviaría la presión, sino que sólo ofrecería comodidad.
Algunas dudas frecuentes:
¿Cuál es el objetivo de los cambios posturales en el paciente encamado?
Los cambios posturales en pacientes encamados son imprescindibles y necesarios para garantizar el bienestar de dichos pacientes,
Por un lado, evitaremos así posibles lesiones y úlceras. Estas últimas aparecen en el transcurso de varias horas o días por lo que realizando cambios posturales a menudo, podremos observar la piel, detectando las úlceras en caso de su aparición en una fase leve para así actuar lo antes posible.
Otro objetivo no menos importante de realizar cambios posturales a los pacientes es que ayudamos a fortalecer sus músculos. Gracias a las maniobras de movimientos, podremos evitar o reducir al mínimo las consecuencias derivadas de una inmovilidad prolongada.
Es fundamental para el cuidado de una persona encamada mantener y cuidar su higiene. Por lo tanto, realizando estos cambios posturales podemos inspeccionar, hidratar y brindar una higiene óptima al paciente.
¿Quién debe realizar un cambio postural al paciente encamado?
Realizar cambios posturales a un paciente encamado requiere mucho más que experiencia, conocimiento y práctica. No todo el mundo está preparado para cubrir las necesidades de una persona encamada. Es por ello que recomendamos poner al paciente en manos de cuidadores certificados. En Clínica Humana contamos con profesionales que cumplen con requisitos imprescindibles para poder cuidar de estas personas: formación, empatía, paciencia, sensibilidad, respeto hacia el paciente y responsabilidad. No todas las personas tienen el tiempo necesario para estar en casa con familiares encamados las 24 horas o el tiempo que requiera cada paciente ni tampoco la formación necesaria. Por ello, si consideras que te podría venir bien la ayuda de nuestros cuidadores profesionales, no dudes en contactarnos.
Tengo una persona dependiente encamada a mi cargo. ¿Dónde puedo conseguir ayuda?
Es probable que tras conocer la importancia de los cambios posturales en pacientes encamados necesites asesoramiento y ayuda para el cuidado y así mejorar su calidad de vida.
Sin duda, lo mejor que puedes hacer es contar con ayuda profesional y con experiencia tratando este tipo de cuidados personales. De esta forma, te aseguras que estás tratando con un profesional cualificado, con amplia experiencia prestando ayuda a pacientes encamados y que además cuenta con referencias y formación.Desde Clínica Humana te brindamos un servicio asistencial completo. Te ayudamos a ponerte en contacto con nuestros profesionales dentro del sector de los servicios de atención domiciliaria. Este servicio puedes solicitarlo como familiar cuidador y así garantizar que la persona a tu cargo está en las mejores manos. Te ofrecemos un servicio 100% personalizado en el que seleccionaremos a la persona que mejor se adapte a las necesidades del servicio.