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¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE UNA EMPLEADA DEL HOGAR Y UNA CUIDADORA?

¿Se necesita a una empleada del hogar o a una cuidadora? ¿Vale alguien con experiencia en un puesto para el otro? ¿Tienen las mismas condiciones laborales?

Estas son algunas de las preguntas que muchos se hacen cuando tienen una necesidad que pertenece a alguno de estos trabajos, y es normal no saber mucho al respecto porque no solo están poco representados públicamente, sino que tienen poca legislación que les proteja– por no decir que puede ser algo ambigua.

Hoy hablaremos de los dos puestos, sus descripciones, sus diferencias, y cómo elegir.

empleada del hogar o cuidadora

¿Qué es una empleada del hogar?

Una empleada del hogar es una persona que se encarga de realizar tareas domésticas, dentro del hogar o relacionadas con la familia.  Están reguladas por el Régimen Especial de Empleadas del Hogar (REEH).

Al contrario que con una cuidadora, una empleada doméstica generalmente no debe tener necesariamente una cualificación educativa para ejercer su trabajo, aunque en muchos casos sí que se solicita tener experiencia previa. El “título” de empleada del hogar engloba a varias tipologías de trabajo, y por tanto las tareas que entran aquí son variadas–se pueden combinar o tener a varias personas para ejercer tareas específicas.

Tareas de una empleada del hogar

  • Limpieza profunda y mantenimiento del hogar. Los cuidados en este caso suelen ser más exigentes que los que se puedan requerir del mantenimiento de una cuidadora.
  • Cocina. Elaborar comidas para los habitantes de la casa.
  • Mantenimiento del jardín. Un jardinero es un tipo de empleado del hogar.
  • Hacer recados varios. En caso de personas que no tienen tiempo, muchas veces se requiere a empleadas del hogar a que vayan a hacer la compra, ir a la tintorería o cualquier cosa pequeña de este estilo.
  • Transporte. Un chófer es otro tipo de empleado del hogar, y por tanto se encargará del transporte de la persona contratante y muchas veces incluso del mantenimiento del vehículo.
  • Cuidado de niños. Ya sea ayudándoles con deberes, acompañándoles al colegio, o vigilando durante el día cuando los padres no se encuentran dispuestos.

Condiciones de trabajo y derechos

Una empleada del hogar puede ser interna, a jornada completa, o externa, de forma que trabajaría por horas. Al contrario que las personas acogidas en “Servicios de Ayuda a Domicilio”, no tienen derecho a recibir prestación por desempleo por ahora (aunque se está intentando cambiarlo), y su despido no tiene por qué estar justificado.

¿Qué es una cuidadora?

Una cuidadora es una persona especializada en dar cuidados específicos a otra persona, como un enfermo o un anciano, y que tiene conocimientos y educación previa en este ámbito, los cuales le permiten llevar a cabo dicho trabajo.

Este puesto es el Servicio de Ayuda a Domicilio. Para estar incluido en esta tipología de trabajo y la ley que lo regula, es necesaria una educación certificada previa que cualifique a la persona para este puesto.

Realmente, el puesto de cuidadora está incluido en términos generales dentro de lo que puede ser una empleada del hogar, pero la ley que regula su trabajo y su remuneración es distinta a la de otros tipos de empleadas del hogar.

A continuación entraremos a hablar más profundamente del tipo de cuidadora más común: la de personas mayores.

Cuidadora de personas mayores a domicilio

Este tipo de cuidadoras están especializadas en dar cuidados a personas mayores, ya sea a recuperarse de una condición o después de una hospitalización, ayuda con enfermedades crónicas, o ayuda en las actividades del día a día que la persona mayor tenga problemas para realizar.

Hay varias tareas de las que se encargan en el día a día este tipo de cuidadoras y que, en cierta medida, pueden estar condicionadas por el grado de dependencia de la persona mayor:

  • Administración de medicamentos. Si las personas cuidadas tienen medicación, la cuidadora se encarga de que se las tome cada día cuando toca, así como ir a buscar medicamentos recetados a la farmacia.
  • Ayuda con actividades diarias. Ya que pueden tener dificultad para llevar a cabo ciertas tareas, la cuidadora se encargará de ayudar a elaborar la comida y alimentar a la persona mayor, proporcionar ayuda con el aseo y recordar que se hagan ciertas actividades en caso de problemas de memoria.
  • Mantenimiento básico del hogar. Al contrario que una empleada del hogar que puede tener como requerimiento que se realice un servicio profundo en este ámbito, aquí es simplemente hacer un seguimiento y mantenimiento, manteniendo la casa limpia y en buenas condiciones, hacer la cama, poner alguna lavadora, planchar ropa…
  • Visitas al médico. Es tarea de la cuidadora asegurarse de que las personas que cuidan vayan al médico cuando deben y acompañarles.
  • Transporte. Del mismo modo, acompañar a las personas mayores a donde tengan que ir, ya sea en coche, transporte público o andando, para que lleguen de forma segura.
  • Compañía.  Muy importante es también la tarea de compañía, ya que la soledad tiene efectos psicológicos muy negativos en personas mayores y que ya de por sí tienen problemas, y tener compañía de otra persona se ha demostrado ser muy positivo.
  • Movilidad. Si tienen problemas de movilidad,  la cuidadora ayudará, por ejemplo, a andar, a que se incorpore la persona cuidada en la cama, y también puede ayudar a realizar ejercicios terapéuticos sencillos.
  • Cuidados médicos básicos. Una cuidadora del hogar no tiene por que tener una formación extensiva en este ámbito, ya que en ese caso sería más conveniente tratar con una auxiliar de enfermería o una enfermera a domicilio, pero sí que pueden saber cómo hacer curas sencillas y realizar un seguimiento se la condición de la persona mayor para tener en cuenta una vez visiten el médico si hace falta.

Condiciones de trabajo y derechos

Al igual que una empleada del hogar, una cuidadora puede estar interna o externa, lo cual conlleva condiciones laborales y sistemas de remuneración distintos. Sin embargo, a diferencia de las empleadas domésticas, sí que tienen derecho a prestación por desempleo, aunque limitado en comparación con otro tipo de trabajos.

En conclusión, aunque es comprensible que se puedan confundir estas dos tipologías de trabajo ya que se solapan algunas tareas, la profundidad en la que se realizan son distintas, y las leyes que regulan tanto la remuneración y la educación son importantes para tener en cuenta a la hora de encontrar a  la persona adecuada para el trabajo.

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