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ENFERMEDADES COMUNES EN ADULTOS MAYORES Y CÓMO DEBEMOS TRATARLAS

Con el paso de los años, las personas mayores se vuelven más vulnerables y sufren cambios en sus cuerpos. Desde la elasticidad de la piel, la calidad de los huesos, hasta el funcionamiento cognitivo se puede ver afectado. Es por ello que debemos tener mucho cuidado y controlar todo para no sufrir enfermedades comunes en adultos mayores que afecten a la calidad de vida.

Aún así, las personas mayores son un grupo de riesgo y es posible que sufran de enfermedades geriátricas por la edad. Son algunas las patologías que podemos encontrar en las personas mayores y, por ello, vamos a conocer cuáles son las enfermedades más comunes en los adultos mayores.

Algunas son producidas en los huesos como la osteoporosis, otras por los procesos cognitivos como puede ser el alzheimer o el parkinson y algunas como la diabetes que debe estar muy controlada.

Alzheimer

El Alzheimer es una de las enfermedades más comunes en los ancianos. Es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que no permiten lidiar con las tareas cotidianas.

El Alzheimer altera la capacidad comunicativa de la persona que la padece, cosa que puede llevar a un mayor estrés emocional. Para comunicarse eficazmente con una persona con Alzheimer, es esencial comprender cómo la enfermedad afecta progresivamente al lenguaje. 

¿Cómo tratar el Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es compleja y, por lo tanto, es poco probable que algún fármaco u otra intervención la trate con éxito en todas las personas que tienen esta enfermedad. 

A medida que la enfermedad progresa, este problema se hace cada vez más frecuente y con términos más comunes. Esto dificulta la interacción y el  trato con la persona con Alzheimer, cuya expresión verbal será cada vez más confusa. Otra de las consecuencias del Alzheimer es que altera la capacidad de organizar el pensamiento y de expresarlo de forma ordenada y coherente

Es por ello que debemos ayudar a una persona con Alzheimer a expresarse evitando formular preguntas demasiado abiertas. Otra forma puede ser dando opciones de respuesta.

Diabetes

La diabetes es una enfermedad grave, y afecta a muchos adultos mayores. Las personas desarrollan diabetes cuando la glucosa en la sangre, también conocida como azúcar en la sangre, es demasiado alta. El organismo transforma muchos de los alimentos que consumimos en azúcar, llamada glucosa, y ésta nos proporciona energía.

Si padecemos de diabetes es porque el organismo no produce suficiente insulina, que no use la insulina de manera correcta, o ambas cosas. Eso puede causar un exceso de glucosa en la sangre, lo que con el tiempo puede generar problemas de salud. 

Hay dos tipos principales de diabetes: La tipo 1, el organismo no produce insulina. Aunque los adultos mayores pueden desarrollar este tipo de diabetes, con mayor frecuencia comienza en niños y adultos jóvenes, que luego tienen diabetes de por vida. La diabetes tipo 2, el organismo no produce ni usa bien la insulina y es el tipo de diabetes más común. Ocurre con mayor frecuencia en adultos de mediana edad y mayores, pero también puede afectar a los niños. La probabilidad de tener diabetes tipo 2 es mayor si la persona tiene sobrepeso, se mantiene inactiva o tiene antecedentes familiares de diabetes. 

 

¿Cómo tratar la diabetes en adultos mayores? 

Cada caso es un mundo y, por ello, se deberá tener mucho cuidado a la hora de tratarla. Aún así debemos ser claros y contundentes a la hora de cuidarnos: 

  • – Controlar la dieta
  • Realizar ejercicio de forma regular
  • – Revisar la visión periódicamente. La diabetes es un factor de riesgo para la maculopatía y las cataratas. 
  • Realizar un examen anual de los riñones. La diabetes puede afectar seriamente a los riñones. 
  • Evitar el tabaco
      

Párkinson 

El Párkinson es otra de las enfermedades comunes en las personas mayores. Esta es una enfermedad neurodegenerativa, ya que pertenece a un grupo de trastornos que tienen su origen en la degeneración y muerte progresiva de las neuronas. En el Párkinson, las neuronas que más se ven afectadas son  las dopaminérgicas que están en la zona del cerebro y son las encargadas de la coordinación del movimiento, el equilibrio, el mantenimiento del tono muscular y la postura. 

El Párkinson es una enfermedad crónica y lentamente progresivo. Hoy en día, aún se desconocen las causas de esta enfermedad, pero se contempla como el producto de múltiples factores que actúan a la vez. El envejecimiento, la vulnerabilidad genética y las exposiciones ambientales son algunas de sus causas. 

¿Cómo tratar el Párkinson?

Si aún se desconocen sus causas, tampoco se conoce la cura, pero disponemos de medicamentos que ayudan a controlar los síntomas. Algunas de las soluciones son los ejercicios aeróbicos constantes, la fisioterapia que se centra en el equilibrio y la elongación también es importante. 

Osteoporosis  

Otra de las enfermedades a la que los adultos se ven expuestos con el paso de los años es la osteoporosis. Es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal. Esto puede producir una pérdida de resistencia del hueso a traumatismos o la carga que le podamos poner al cuerpo produciendo diferentes lesiones.

Nuestros huesos son un tejido vivo, es decir, que está en constante renovación. Cuando se forma el nuevo se destruye el envejecido. Aquí está el problema y es que cuando no existe el equilibrio entre ambas es cuando surgen los problemas. En la osteoporosis los huesos se vuelven más delgados y frágiles y resisten peor a los traumatismos, llegando a fracturarse con facilidad. 

Las localizaciones más frecuentes de fracturas osteoporóticas son: muñeca, cadera y vértebras.

¿Cómo tratar la osteoporosis?

El objetivo principal del tratamiento de la osteoporosis es la reducción del número de fracturas y que los huesos aguanten las diferentes cargas del día a día. Como medida generalizada se recomienda una serie de hábitos:

  • Dieta equilibrada rica en calcio
  • Abandonar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol
  • Realizar ejercicio diariamente con control para evitar caídas. 

Problemas auditivos y visuales 

Nuestros sentidos se ven afectados con el paso de los años y de la edad. Éstos son problemas graves ya que alteran la forma de comunicarse y de disfrutar de múltiples actividades. La audición y la visión son dos problemas en los que las personas mayores sufren.

Ambos son problemas que afectan en todos los sentidos a los adultos ya que el no poder observar ni escuchar con nitidez puede llegar a desencadenar en caídas, situaciones de dificultad para interactuar con el entorno o salir a la calle. 

¿Cómo tratar los problemas audiovisuales y auditivos?

  • Prestar apoyo, pero dando espacio para su independencia
  • Objetos diseñados especialmente para tal fin como audiolibros, teléfonos con trclas grandes…
  • Eliminar los ruidos de fondo y asegurarse de que no existan barreras entre la persona mayor y el interlocutor
  • Hablar de forma clara y pausada, colocándose a una distancia mínima de un metro
  • Eliminar obstáculos mientras se comunica
  • Repetir con calma las frases que la persona mayor no ha entendido bien

Depresión en ancianos  

La depresión es un trastorno del estado de ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante semanas o por más tiempo. La depresión en los adultos mayores es un problema generalizado, pero no es una parte normal del envejecimiento. Los cambios en la vida pueden incrementar el riesgo de depresión o llevar a que la depresión existente empeore. El cambio de hogar, un dolor, fallecimientos, pueden ser causas de la depresión en personas mayores.

¿Cómo tratar la depresión en personas mayores?

En el tratamiento de la depresión encontramos diferentes soluciones como las terapias biológicas, las terapias físicas y las diversas formas de psicoterapia.

Enfermedades de corazón

El corazón es vida y, con los años, las personas mayores de 65 años son mucho más propensas que las personas más jóvenes a sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Éstas son una de las causas principales de discapacidad, limitando la actividad y erosionando la calidad de vida de millones de personas mayores.

El envejecimiento puede causar cambios en el corazón y en los vasos sanguíneos. Los cambios que ocurren con la edad pueden aumentar el riesgo de una persona de desarrollar una enfermedad cardíaca. 

¿Cómo tratar los problemas en el corazón?

  • Ser más activo físicamente
  • Dejar de fumar ya que es la principal causa de muertes prevenibles
  • Consumir una dieta saludable para el corazón
  • Mantener un peso saludable y controlar la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol

Trastornos del sueño

Las personas mayores suelen ver cambios en su ciclo de sueño con un sueño más ligero y menos profundo que las personas jóvenes. Aún así, una persona sana de más de 70 años puede despertarse muchas veces durante la noche, sin que exista alguna enfermedad o trastorno del sueño.

¿Cómo tratar los problemas con el sueño?

El principal tratamiento es mantener un vida sana y activa con buenos hábitos de sueño. Para poder establecer el tratamiento adecuado, lo más importante es conocer qué problema produce el trastorno del sueño:

Se debe llevar un estilo de vida saludable es la mejor manera de evitar los trastornos del sueño en ancianos. Es muy importante controlar este tipo de situaciones para que la salud sea la mejor.

Artritis y Artrosis  

Tanto la artritis como la artrosis son enfermedades reumáticas que provocan dolor, que afectan a una o a varias articulaciones. La artritis es una inflamación que afecta a la membrana sinovial. El líquido sinovial se esparce por la articulación en lugar de ser reabsorbido creando una erosión del hueso y del cartílago. Mientras que la artrosis es un proceso degenerativo crónico que afecta al cartílago. Con el paso del tiempo, el cartílago tiende a desaparecer haciendo que el roce se produzca directamente entre huesos, provocando mucho dolor y la pérdida de flexibilidad de las articulaciones.

¿Cómo tratar la artritis y la artrosis?

Tanto en la artritis como en la artrosis, el reposo de la articulación es clave. En el caso de la artritis si hay infección se deberá recurrir a los antibióticos. Por otro lado, la artrosis no tiene cura, así que los tratamientos buscan reducir el dolor y mejorar la movilidad y la función de la articulación. En ambas enfermedades es vital evitar la obesidad y realizar ejercicio físico. 

¿Cómo ayudar a un ritmo de vida saludable en ancianos? 

A medida que crecemos debemos ser conscientes de que nuestro ritmo debe cambiar. Para sumar años de la mejor forma posible debemos tener claro diferentes puntos como puede ser la alimentación, el ejercicio, la vida familiar y, sobre todo, no olvidarse de la asesoría de los expertos. Si le sumas todo eso, la vejez será una etapa buena.

Alimentación: una buena alimentación es la base para tener una buena salud. Debemos cuidar más el tipo de comida que ingerimos, reduciendo el consumo de grasas y azúcares y priorizando el consumo de legumbres, verduras, lácteos, pescado y fruta. 

Ejercicios: la práctica de deporte en la vejez es fundamental para asegurar su bienestar y su buena salud. Posee numerosos beneficios, fomentando el fortalecimiento de los músculos y huesos; y previniendo la aparición de enfermedades físicas, como las cardiovasculares,  o incluso trastornos mentales, como la ansiedad.

Vida familiar: las relaciones sociales dan mucha vida a las personas mayores ya que cada vez más se ven más solos y sin nadie cerca. Es por ello que, en ese momento, es cuando debemos estar más cerca y relacionarnos más con ellos. 

Asesoría de expertos:  un diagnóstico temprano pasa de ser una recomendación a algo vital y esta es la clave. Con el desgaste del cuerpo, las enfermedades crónicas, la reducción de movilidad o la pérdida de facultades cognitivas, hacen imprescindible adoptar como medida preventiva la visita periódica al médico de tal manera que se tengan bajo control y se pueda proceder a aplicar un tratamiento lo más rápido posible.

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